16 de septiembre de 2012

La vie en Lost


París.

 Por donde empezar con tanta información.
Llegamos un jueves a la tarde, lo que seria la hora pico de Buenos Aires, las calles colapsadas.
El viaje desde Rocamadour es un poco largo, unos 600 km. Dos paradas, un litro de mate y mucho Ipod, por que la radio francesa es medio desastrosa (a parte de que no entiendo nada).


Lo extraño de París, quizá pase en muchas ciudades de Europa, es que estábamos por autopista a 15 minutos del departamento, pero estábamos en el campo. Para que se entienda, la ciudad se termina de golpe, no tiene una zona urbana en las afueras... En buenos aires podes manejar una hora en cada dirección que vas a seguir viendo casas, departamento, negocios... Pilar, por ejemplo. Acá no existe.
Si cuento día por día, se van a aburrir y no me va a alcanzar el tiempo, así que vamos a ver que sale.




Una noche, una comida privilegiada, muy cara para lo que venia acostumbrado, pero valió la pena, UNA ENSALADA MARAVILLOSA. Curioso que tanta gente hable español y unos cuantos quizá el idioma porteño. Una moza con buenos códigos.


El barrio es, "Les Marais". El depto es chiquito pero mas que suficiente y tiene todo lo que se puede necesitar.  Lo que seria un edificio con varios departamentos...o así parece... Un patio central con muchas ventanas, un restaurante en la puerta. Un par de cuadras para cualquier lado y te encontrás con algo, puede ser una zona de lugares para comer, un monumento, una iglesia, una galería de arte o una plaza.

París es caótico si querés moverte en auto,es complicado si también si queres moverte en bici, parís es imposible si tenes que estacionar... Un par de consejos sobre donde dejar el auto, una idas y venidas, y bueno, ya es medio tarde, mucho viaje. Hoy el auto duerme en la ciudad, con la condición de que a las 8 se mueve...



Lamentablemente, tarde en abrir la puerta. Llegue al auto a las 8.04 de la mañana, para correrlo o llevarlo a un estacionamiento. Ya era tarde. Una multa me esperaba en el parabrisas, ningún chiste, una multa de75€.
Solución: BLANCHE. La conocí hace 7 años, cuando conocí París y me quede con una impresión extraña de esta ciudad. Blanche vive en Epiney Sur Seine- una cacita en una barranca - con el Sena en la puerta, con una huerta atrás. Ella la llama "Su pequeño Paraíso" y prácticamente, eso es todo lo que pudimos entendernos. Fue una risa atrás de otra, una conversación de locos, cada uno decía lo que quería y cada uno entendía lo que quería. Prometo para el próximo viaje que esto no me pase con nadie. Es tan pobre una comunicación sin palabras como lo es una conversación sin gestos. Blanche es una persona que todo el mundo querría tenerla en su mesa de luz, o en su bolsillo. Un cafecito mientras levanta el sol, y un abrazo a la viejita (84 años) que desde que se despertó, solo tiene puesto un camisón.


El auto duerme con Blanche, cuidado, seguro...y gratis. Mas no se puede pedir.
Un tren que una vez me tome cumpliendo 18, unas cuantas estaciones y el primer pantallazo de París.
Un rió en el medio de la ciudad te cambia toda la dinámica. Si algún día me construyo mi propia ciudad quiero que tenga un río en el medio.

Una misma altura para todos, un mismo color para cada uno, y un mismo estilo. Edificios muy cargados, mucha decoración en su arquitectura. Puentes, ríos,
mas puentes, mas gente. Autos, bicicletas y AVENTURA.


Ya el primer día fue extraño. No solo porque pase toda la tarde con mi mamá en París, si no porque desde que me baje del tren hasta que llegue al departamento, pasaron 3 horas, y no porque paré a almorzar.
En París tiene Bici Sendas de una sola mano. Por ende, sin GPS y con un mapa que tenia la mitad de las calles, fue imposible. Las avenidas se terminan en otras avenidas. Calles que se bifurcan, curvas, diagonales, plazas que cambian de nombre, calles que cambian de mano. El primer día la frustración por no poder llegar a un destino, y que nadie ni siquiera conozca la calle, fue un poco mas leve por la excitación de la llegada.


Extraño almorzar con tu mama cuando ella esta de viaje y cuando vos estas de viaje, pero bueno, si quería un día bizarro, acá estaba... Almorzando atrás de Notre Dame, ella con su sándwich preparado por monjas, yo con mi plato de fideos preparados por turcos. Yo con mi coca light, ella con su botellita de agua de la canilla. No solo eso, empezamos a caminar y no quería ni tomar un café, tenia en su termo todo el café que necesitaba. Con razón le sale tan barato el viaje. No gasta ni un centavo de mas.


Mamá siempre camino muy rápido y hoy no fue la excepción. Nos ubicó en el mapa, nos llevo de un lado a otro, nos contó historias y nos dio dio explicaciones. Cruzamos 8 puentes, entramos a 4 iglesias, cada una con un estilo diferente, y de alguna forma u otra, ahí estaba ella, como perro con dos colas pelliscandoce para controlar que no sea un sueño.


Una iglesia con un rito un tanto extraño, una mezcla de religiones. Interesante. Intenso.
Un cafecito, monumentos, plazas, arcos, caminatas, bicicletas, concejos, ansiedad y sobre todo olor a París.
La vuelta al departamento (ya agotado, con todo el peso del día arriba, con los km recorridos a pie cargando la cámara, la mochila y el mate) es imposible. Esta vez ya no es gracioso. Un viaje equivalente seria ir desde Vicente Lopez a Martinez, lo que te llevaría como muchísimo, si vas fumando en la bici, unos 40 minutos. Bueno, ya habían pasado 3 horas, y seguíamos sin encontrar la maldita Rue Charlot. Desesperante, estar taaaaaan cansado y a tan solo dos cuadras de tu casa y no poder llegar, porque sabia que estaba a dos cuadras, pero todas las diagonales o las curvas me llevaban a otro lado.
Dejemoslo ahi.

El pan en Francia es distinto. Es mas crocante por no decir duro. Cuando ya te comiste una baguette entera, te empieza a doler la mandibula. Unos desayunos un poco tardios, almuerzos en lugares extraños.
Sol, museos, bicicleta. Trafico, otra vez perdido. Puchito cada 3 cuadras, cafe cada 8.

Música en vivo, no lo que buscaba pero musica en sí. Un desencuentro y un par de noches de salir solamente a tomar vino o cerveza. Para ahorrar, se cocina en el depto.
Hace 16 dias que tomo algo de alcohol todas las noches. Cuando hace calor un poco de cerveza, cuando refrezca un poco, un poco de vino.

París tiene eso que no se que es, que también tiene NY que no se que es, que me invitan a vestirme bien.
Si bien la gente no te mira, toda la gente esta de alguna forma producida. Mucho color para el final del verano. Mucho pañuelo, mucho sombrero. Y lamentablemente mucha casa de ropa. Una tarde me la pase mirando libros, tomando mate y comprando ropa.




La torre es imponente. Esta vez lo hago con mas tiempo. Un consejo de París? Viajen en Agosto.
Lugares que me acuerdo vacíos, hoy están que explotan, de turistas o vendedores. La Torre Eiffel es un gigante de hierro que corta el cielo. Están restaurando los dos primeros pisos, así que no creo tener una foto limpia. A pesar de toda la gente, creo que es preferible subir mas tarde, así que otro pic-nic en el parque (dejavú) aunque sin guitarra. Buscando ángulos para mis fotos. Una fuente, un bosque. Mate, fotos y caminatas.
La subida es como la recuerdo, aunque esta vez, los dos primeros pisos, por la escalera. No me arrepiento, pero necesite unos cuantos minutos para volver a la vida.
La vista, es lo que me acuerdo... París con solo el sonido del viento y algunos turistas pesados que te empujan para pasar. El ultimo piso es un poco angosto. Un cafe en el 2º piso, un par de fotos mas y cuando se pone el sol... otra vez a buscar ángulos.

Mucha gente esperando, mucha gente fumando e infinidad de personas con una cerveza en la mano. Claramente no me quedo atrás, y ahí estaba...con mi trípode, mi cerveza y mi pucho, viendo el show de luces de la torre claramente con mi bebé.


Esta vez París es distinto. No se si es por la gente, no se si es por mi...
Después de unos días de sol, un par de gotas que saludan.
Callecitas y adoquines. La noche es mas tranquila.

Otro encuentro con Blanche, un par de fotos y con mímicas y regalos nos fuimos en el auto para Versalles.


No hay mucho que decir de Versalles. Es raro, es contradictorio y es una mezcla rara de sensaciones que también me atacaron en París.
Lo monumental de la ciudad y del palacio. Creo que no hay necesidad de demostrar tanto poder. Como pudieron en su momento construir algo así, solo por calmar un poco su ego. Todo tan lujoso que empalaga, todo tan grande que asusta...
Un juego de imaginación. Duques, condesas corriendo por laberintos, fuentes, un cafe, un poco de sol, un poco de fotos.


No voy a pagar para entrar porque ya me alcanza con mirar por las ventanas o la inmensidad de los jardines.
Juegos, pies que laten.

Creo que estoy unos kilitos por encima de mi peso... lo veo en mi papada. Veremos cuando vuelva que se hace con todo esto...por ahora, seguir disfrutando.





9 de septiembre de 2012

La Roc

Partimos temprano en lo que puede ser un golpe espontaneo o un cambio de planes.

Pasando por el valle de Dordognes, yendo por una autopista con unos paisajes alucinantes, atravesando pueblos medievales (por nombrar algunos: Martel y Montvalent), grises y tan antiguos que no recuerdo el año... llegamos a Rocamadour.

Era un destino incierto y de ubicaciones complicadas en el centro de Francia, un poco a trasmano para llegar un día después a París.

Una emergencia que se soluciona con un baño publico porque parece que solo los clientes pueden usar los baños de cada restaurante que hay en el centro de lo que llaman L'hopitalet. L'hopitalet es un pueblo que fueron armando entre monjes y curas para las personas que se accidentaban en la construcción de Rocamadour, y para algunos peregrinos.


Un poquito de historia.
Rocamadour es de alguna forma un palacio construido en el acantilado de una montaña. El problema es que se construyó en el año 1240. Todavía no puedo entender como hicieron para construir esto, con la tecnología que uno imagina que tenían disponible en ese entonces.

Rocamadour tuvo su época oscura por así decirlo. Desgastado y sin cuidado, tuvo varios años complicados.
Tiempo despues, restauraron casi toda la zona y construyeron si no me equivoco, unas 6 iglesias. Todas con una pared de montaña.


Rocamadour lleva su nombre por Amadour. Un hombre que se tendría mas de 3.000 años (muerto, aclaro por las dudas) y que su cuerpo momificado, jamas se descompuso. Esto fue motivo de peregrinaciones y lo sigue siendo - entre junio y julio de cada año - , y a el se le adjudicaron 126 milagros, como todos los lugareños te pueden contar.
En la "roca" hay varias cuevas, y se calcula que las usaban hombres de la edad de piedra como refugio.

Basta de historia.

Este lugar es imponente. Aparece de golpe entre montañas repletas de arboles de todo tipo. Un rio (a fin de verano solo un arroyo) atraviesa el valle y sigue las curvas para pasar de largo.
Rocamadour se alza desde mucho puntos distintos, uno mas lindo que otro.

Me calzo las zapatillas y me hago el aventurero, no hay tiempo que perder.
Una visita al palacio, con los puntos mas altos. Fotos y mucho "Pami" dando vuelta.
Aclaro que no tengo nada en contra de los ancianos, pero caminan muy lento, y con la ansiedad y las ganas de sacar fotos, me sacan un poco de mi esquema. Vale destacar, que aunque sean lentos, tiene mucha mas resistencia que yo, lo admito, mi estado físico es quizá un espanto a mi edad.


La bajada tiene dos tramos distintos. El primero es por el bosque, muy oscuro fresco y húmedo. Este bosque es ahora un perfecto via-crucis. Perfecto por que cada estación tiene un pedazo de bosque con una vista al valle que te deja sin aliento. El final es en lo mas alto, en la gruta donde fue encontrado el cuerpo sin descomponer de Amadour.

La segunda parte de la bajada es literalmente un libro. Es estar dentro de una película. Todo es de piedra.
Para los que leyeron o vieron "El señor de los anillos", es como Gondor. Tiene varios niveles que bajan por callecitas, todo de piedra. Lo único distinto son los techos que juegan un papel perfecto para mi camara.



El lugar es mágico. Una espada en la piedra, una montaña adentro de una catedral, una iglesia en un precipicio, puertas con un trabajo increíble. El tamaño de las construcciones no tiene sentido para la fecha en que fueron hechas. Creo que hoy seria muy complicado hacer algo así.

La aventura se vuelve un poco molesta cuando no se tiene en cuenta que todo lo que baja, tiene que subir.


Si uno prefiere, puede volver por otro lado (consejo: no lo prefieran). Derecho al pueblo con la mejor vista por el momento, por una barranca que no solo quema los músculos de las piernas, sino que me deja sin aire. (marlboro, en este momento te odio)


Una limonada cuando llego arrastrándome, con la cámara, el trípode y mi cuerpo.
No se por que, pero en Francia no existe la Sprite. Es gracioso. Pido Sprite y me dicen que no tienen, pero pido una LIMONADA, lo que seria, jugo exprimido de limón, con agua y azucar... y me traen... Sprite. Curioso.

Por suerte pregunté a que hora cierran las cocinas de los restaurantes, porque a las 9 no cocinan mas. Donde se ha visto! Un lugar tan turistico y no tienen horario para los sudacas que comemos tarde?
Un baño veloz, mucha tierra que se va con el agua, un poco de perfume, una camisa y a comer.
Croque Monsieur, un vino y una vista de roc-amadour nocturna, que deja helado hasta el mozo que vive a dos cuadras y lo ve todos los días. Un paseo en auto (ya no me dan las piernas) y el pueblo muere. A las 10 no hay mas nadie en la calle.


Una de las cosas que no entiendo es por que la cara de Roc.A mira al este.
Generalmente el atardecer es mas lindo o mas fácil de ver que el amanecer, pero no, en esta ocasión, si uno quiere ver con la mejor de las luces, tiene que arrancar temprano.

Igualmente me fascina la mañana, el silencio y el frío. Así que por mas que no me quede conforme con las fotos, estar solo con semejante maravilla en frente, valió la pena los kilómetros y el poco sueño.

Por primera vez en el viaje, desayuno como corresponde. O quiza un poco de mas, o quizá mucho demás.
Fruta, yogurt, litros y litros de jugo de naranja, tostadas de pan FRANCES, dulces caseros, Nutella y sobre todo...QUESOS.

Un ultimo pucho mirando esta locura y al auto para ir a PADIRAC.


Padirac queda a 20 minutos de R.A. y es algo de otro planeta.
Aproximadamente 200 mts bajo tierra, unas cavernas naturales con miles y miles de distintos paisajes. Es una cueva con techos de 140 mts de alto, con ríos y miles de minerales de distinto color y forma.

Lamentablemente, es obligatorio hacer el tour y esta prohibido sacar fotos.
Solamente voy a decir que el que esté por la zona y no pase por Padirac, no va a hablar conmigo nunca mas.

Dos horas después, estoy manejando rumbo a Paris...









8 de septiembre de 2012

Color a vino...

Partimos de San Sebastián después de unas placas y unas vueltas en auto por calles que increíblemente figuraban en el GPS.

Es curioso que los países tengan frontera, o quizá es mas curioso que no la tengan?
Pasamos un peaje de 2.00 € y de golpe todas las señales estaban en francés. Eso fue todo.

Quizá el idioma es signo de turismo, o para mi de vacaciones.
En España entiendo y me entienden todo, no necesito expresarme demasiado por cualquier cosa que necesite, quiera saber o simplemente este pensando en voz alta.
A partir de la frontera tengo que esforzarme para entender y hacerme entender.

Dos pueblos recomendados antes de llegar a Bordeaux. Solo hice tiempo en visitar uno. St. Jean de Luz.
Podría ser un paralelo a Cariló, pero entre los Pyrineos y con una mezcla de Vasco-Francés. Como es esto?
Callecitas de película, mar abierto pero sin olas, un poco de viento, playa y mucho arte callejero. Arte callejero pero no del dinámico. Muchos pintores exponiendo en la plaza, al lado del puerto, con barcos pesqueros, algunos comerciales y un par de botes.

St. Jean de Luz: caímos el ultimo domingo de las vacaciones. Probablemente tenga otro encanto y no sea tan comercial como el día en que lo conocí, pero con un poco menos de gente, es ideal para descansar, para comer, para caminar y por que no hacer un poco de playa.


Es un juego por el momento, llegar a un destino sin un destino. Bordeaux es intentar ser espontaneo. El problema es que después de viajar durante la mitad del día, no queda mucha imaginación para ocuparse de encontrar un lugar que sea básico o 3B (Bueno, Bonito y Barato). Gracias Sra. del GPS, por darme una opción.
La primer opción que finalmente fue la elegida, era un cuarto con baño en lo que seria casi el centro turístico de Bordeaux.



Era tarde y era domingo, igualmente me extraño la poca cantidad de gente que se veía. Pocos autos, pocos negocios abiertos (casi no llego a comer) todo muy vacío. Casi como un San Telmo una noche fría de invierno.

Bordeaux me sorprende porque la tenia guardada en un cajón. Era una ciudad para hacer base y conocer otras que quedan muy cerca.
Bordeaux es como un gran Alvear y Libertad. Solo que por mas que sigas cuadras y cuadras, la arquitectura mantiene el mismo estilo.
Me habían comentado de los tranvías, pero quizá no preste atención, porque me esperaba unos trenes del año 50, y me encontré con unos de altisima calidad y de estilo completamente moderno que combinan para llegar a todos los puntos del mapa.

Un día se lo dedicamos solamente a Bordeaux. Arriba a las 8 de la mañana, un cafecito, sol y a caminar.
Un río demasiado correntoso para usarlo, un espejo, una fuente. Un puente con estilo, palacios, edificios públicos, iglesias e imágenes interminables. Un pequeño París de prepo y anticipado. Es tremendo llegar sin expectativas.


Una pista de Skate, para personajes con talento, una para los adolescentes torpes y tímidos, otra para los que no conocen el miedo (los inocentes niños de la primaria) y otra para los del jardín. Piruetas, golpes, saltos y mis pies que necesitan descansar.
Un almuerzo, un café, una coca y solo un asiento de 30 minutos en todo el día. Los ojos pesan, los talones laten, ya tengo una ampolla en la mano que sostiene la cámara.


Un vino, unas pastas sin postre, callecitas que desembocan en callecitas de adoquines que desembocan en callecitas de adoquines con mesitas para comer, que desembocan en callecitas de adoquines que me piden que saque fotos por que no hay una callecita de adoquines que no valga la pena registrar.
El clima, el vino, la panza llena y las imágenes de día y de noche, hicieron de Bordeaux una ciudad recomendable...


Quizá la idea principal del viaje, era conocer un poco el camino del vino, desde la uva a la botella. Perigeaux y Saint Emillion se llevan los premios hasta el momento.

Viajar por autopistas es pagar por llegar rápido. Por suerte para estos destinos, decidimos cambiar la configuración del GPS. Eliminar la opción de autopistas. Conclusión: ir de pueblo en pueblo, en un viaje dos horas mas largo y conocer lo que tenia pendiente conocer. Quizá también era una forma de ahorrar peajes, que a diferencia de  un viaje anterior, en este hay uno por hora.


Chateaus, cada 1 km. Unos grandes, unos chicos, otros inmensos. Sierras enteras de plantaciones de uvas. Cada una con su nombre, cada una con su estilo. Cada una con su tipo de uva. Colores, olores, tamaños.
Por el momento le roba el lugar mas extraordinario del viaje. Por extraordinario quiero decir poco común. Lugares que solo se ven en las películas y que si uno viaja por autopistas, jamas podría disfrutar.
Caminos, lomas, campos de uvas, todo ordenado, todo prolijo, todo pensado para lograr un buen vino.
El camino a Perigeaux es como ir de viñedo en viñedo tratando de encontrar diferencias.


Perigeaux; medieval. Es de esas cosas que no te interesan cuando estudias Historia en la secundaria.
Perigeaux es una ciudad bastante grande. Obviamente tiene callecitas por todos lados, mucho adoquin, mucha construcción en piedra, mucha plaza, mucho barcito. Es un mix de la actualidad con lo que fue en un momento uno de los corazones del vino.


Todo tiene sabor a turista. Quizá para los franceses no es igual, pero para mi, es algo inimaginable. Casas y edificios de 1800 (los mas recientes), tienen tanto mas de historia en estos lugares, que es extraño hasta para mis oidos.

Un almuerzo, otro mozo que habla español.
Para lo que va del viaje, cabe decir que la imagen de franceses que tenia hasta ahora, ya cambio radicalmente. Calidos, amables, interesados (en el buen sentido). Un par de vinos para dejar en el auto, y de paso partir para Saint Emillion.


No es el único pueblo que hay de paso entre un lugar y otro, pero el paralelo de lo que siento que esto significa para los europeos es este.
Me acuerdo de ir a Mar del Plata y pasar por Las Armas. Un pueblo que no tiene mucho que ofrecer, por lo menos a simple vista. Me imagino esa sensación para los europeos cuando pasan por estos lugares tan comunes para ellos.
Saint Emillion es por así decirlo...ALUCINANTE.
Claramente el corazón del vino en la actualidad y durante varios años.
Fue una ciudad amurallada, con varias Iglesias que hoy son piedritas...
Piedra, calle fotogenica, barranca, loma, viñedo. Cada Chateau en 100 km a la redonda tiene un local con desgutacion gratuita de vino. Así que a las 5 de la tarde, entre foto y foto, copa de vino para probar. Probé un vino de 900€, que lamentablemente no me voló la cabeza. Saco dos concluciones, o no tengo idea de vinos o no vale lo que sale.


Merlot, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. Mix de los tres. Muy bueno todo, vale la pena probar, pero reitero, no me volo la cabeza.
Sin embargo hay algo que me llamo la atención. Vino se vende en cualquier kiosko almacén o estación de servicio. Cada Chateau tiene sus vinos y los comercializan independientemente.
Hace varios días que vengo tomando vinos de entre 3 y 6 € la botella, y es tremendo lo bueno que son. Nada que ver con vinos de entre 15 y 20$ en Buenos Aires. Viva la France.


Otra calle, otra piedra. Calidez. Es el fin del verano en este hemisferio y por mas que no me guste el calor, estoy encantado con los días que me tocan. Creo que hasta el momento vi 3 nubes.
Una comida entre piedras e iglesias rotas, con vista a los viñedos.
Compañeros turistas que tienen entre 80 y 120 años...


Una copa, una botella, un cigarrillo. Otra ciudad, otro dia, otra noche.
De vuelta a Bordeaux, para ser espontaneo.



















3 de septiembre de 2012

Ataque a los sentidos

Para arrancar rápido y no aburrir a nadie, voy a contar un poco como me voy...

Semanas de mucho laburo, de mucho cansancio, de poco tiempo.
Pasan muy muy lento y sin embargo no me alcanzan las horas para dejar listas las cosas que requieren de algún modo mi atención.

Me voy corriendo, con noticias poco agradables. Mi país es lamentable y las cosas que vienen pasando son cada vez peores, cada mas limitantes. Por lo menos para mi y para los que conozco. Si bien estamos acostumbrados a las crisis, esta es distinta. Por lo menos yo soy distinto.

Una hora de sueño ansioso y un taxi para aeroparque.
Primer viaje con bebé nuevo, esperemos responda como se espera. En esta oportunidad voy con mi 7D.
(Aclaro para quienes no lo entienda, mi Bebé es mi cámara)

Escala en Santiago de un par de horas. Ganas de llegar a un destino prometedor pero incierto.
Ya con el primer vuelo, la excitación va disminuyendo.
El segundo vuelo se hace eterno. Oídos comprometidos, sueño imposible incluso con ayuda de una pastillita de la felicidad. Un vinito que se acaba rápido y mucha música para quemar las horas que dura el cruce del Atlántico.

Madrid, o por lo menos su aeropuerto, me agarra desprevenido. No es como me lo acordaba.
Entre amarillos y maderas, resalta un estilo moderno que aprovecha la luz natural.
Unas vueltas, un par de aclaraciones y algunas diferencias con el alquiler del auto no hacen mas que acelerarme para escaparme del aeropuerto. No sin antes un café y un par de ratos charlando.
Una bienvenida y una despedida cortita, pero ya volveremos a Madrid, a congelar un par de lugares y un par de personas.

GPS. Todo un tema. Ya me toca pagar de mas hasta para salir del aeropuerto. Será un detalle, pero espero no me cobren por respirar.

 400 km. Paisajes y autopistas que nada tienen que ver con lo familiar. Oídos que siguen jodiendo. El sueño genera un Mix de sensaciones que no son buenas para nadie.
No entiendo bien que le pasa a estas personas, pero se parecen a los argentinos. Tienen peajes a cada rato, y si la cosa sigue asi, me va a salir un poco caro.

San Sebastian aparece entre puentes, montañas y túneles eternos. Ya con el pelo engrasado y con la piel mas gruesa por la mugre del viaje. Llego a un colegio. Si, era la opción mas barata y tiene hospedaje, una residencia que se adapta  a las pocas necesidades que podemos tener los que acabamos de llegar.

Un baño y a la playa.
San Sebastian, tiene una playa grande adentro de una bahía enorme. Una isla en el frente y muchas casas y calles todas en perfecto orden y armonía. Se parece y no se parece a lugares que conozco. Tiene algo original y algo de lo mismo. Lo que pueden llamarse dos Morros en los extremos, uno con casas encimadas, otro con un poco de historia.



Acento español por todos lados, topless y color. Resaltamos por lo verde invernales que estamos. Da un poco de impresión y tengo color y cara de turista. Una ensalada en la playa, un poco de sol y un primer relax. No se cuanto caminamos, pero entre la cámara, el morro y las horas que no terminan de pasar, recorrimos casi todo SS. Insisto con el cambio de horario, el sueño se da vuelta.
Cansancio de tanto caminar, un poco de frío y una necesidad extrema de estar en posición HORIZONTAL, me tira en la cama con el despertador.

Una hora era la idea, una hora que pasaron a ser dos. Claramente no estamos en BSAS, y la cocina de cada restoran, cierra a las 11 como muy tarde. Lamentablemente, una de las problemáticas de BSAS es también de varios lugares. QUE HAGO CON EL AUTO???????? Imposible estacionar, ni siquiera pagando!


Todo el mundo esta de Pinchos, de bar en bar picando lo que se ofrece. A mi me recomendaron el pescado pero solo compro una desilusión. un bacalao chicloso que no se recomienda! Quizá solo tuvimos poca suerte.

Basura en las calles, gritos en Vasco y un idioma que se entiende menos que el alemán.

Hoy me absorbe la cama, casi sin respirar, los pies laten como pidiendo atención.

Mas playa, mas color, (se empieza a oscurecer el verde) y arriba del auto otra vez. Trípode, subidas, bajadas. Casas escondidas en medio de las cierras. Fotos, varias, "back in the game", por asi decirlo.
No es verdad que un Ipod le va a ser competencia a mi bebé, pero si es verdad que la rapidez y la sencillez le juegan a favor.
















Todo empieza a ser un ataque a los sentidos, no un ataque desagradable (aunque algunos olores son mejor evitarlos). Los pies se hacen notar, la piel reacciona, sonidos nuevos y los ojos están inquietos día y noche. Juego de luces, ansiedad y ganas de que no se acabe.



Recién empieza y esperemos que no pase rápido.

Solo y de noche.

Etiquetas