16 de septiembre de 2012

La vie en Lost


París.

 Por donde empezar con tanta información.
Llegamos un jueves a la tarde, lo que seria la hora pico de Buenos Aires, las calles colapsadas.
El viaje desde Rocamadour es un poco largo, unos 600 km. Dos paradas, un litro de mate y mucho Ipod, por que la radio francesa es medio desastrosa (a parte de que no entiendo nada).


Lo extraño de París, quizá pase en muchas ciudades de Europa, es que estábamos por autopista a 15 minutos del departamento, pero estábamos en el campo. Para que se entienda, la ciudad se termina de golpe, no tiene una zona urbana en las afueras... En buenos aires podes manejar una hora en cada dirección que vas a seguir viendo casas, departamento, negocios... Pilar, por ejemplo. Acá no existe.
Si cuento día por día, se van a aburrir y no me va a alcanzar el tiempo, así que vamos a ver que sale.




Una noche, una comida privilegiada, muy cara para lo que venia acostumbrado, pero valió la pena, UNA ENSALADA MARAVILLOSA. Curioso que tanta gente hable español y unos cuantos quizá el idioma porteño. Una moza con buenos códigos.


El barrio es, "Les Marais". El depto es chiquito pero mas que suficiente y tiene todo lo que se puede necesitar.  Lo que seria un edificio con varios departamentos...o así parece... Un patio central con muchas ventanas, un restaurante en la puerta. Un par de cuadras para cualquier lado y te encontrás con algo, puede ser una zona de lugares para comer, un monumento, una iglesia, una galería de arte o una plaza.

París es caótico si querés moverte en auto,es complicado si también si queres moverte en bici, parís es imposible si tenes que estacionar... Un par de consejos sobre donde dejar el auto, una idas y venidas, y bueno, ya es medio tarde, mucho viaje. Hoy el auto duerme en la ciudad, con la condición de que a las 8 se mueve...



Lamentablemente, tarde en abrir la puerta. Llegue al auto a las 8.04 de la mañana, para correrlo o llevarlo a un estacionamiento. Ya era tarde. Una multa me esperaba en el parabrisas, ningún chiste, una multa de75€.
Solución: BLANCHE. La conocí hace 7 años, cuando conocí París y me quede con una impresión extraña de esta ciudad. Blanche vive en Epiney Sur Seine- una cacita en una barranca - con el Sena en la puerta, con una huerta atrás. Ella la llama "Su pequeño Paraíso" y prácticamente, eso es todo lo que pudimos entendernos. Fue una risa atrás de otra, una conversación de locos, cada uno decía lo que quería y cada uno entendía lo que quería. Prometo para el próximo viaje que esto no me pase con nadie. Es tan pobre una comunicación sin palabras como lo es una conversación sin gestos. Blanche es una persona que todo el mundo querría tenerla en su mesa de luz, o en su bolsillo. Un cafecito mientras levanta el sol, y un abrazo a la viejita (84 años) que desde que se despertó, solo tiene puesto un camisón.


El auto duerme con Blanche, cuidado, seguro...y gratis. Mas no se puede pedir.
Un tren que una vez me tome cumpliendo 18, unas cuantas estaciones y el primer pantallazo de París.
Un rió en el medio de la ciudad te cambia toda la dinámica. Si algún día me construyo mi propia ciudad quiero que tenga un río en el medio.

Una misma altura para todos, un mismo color para cada uno, y un mismo estilo. Edificios muy cargados, mucha decoración en su arquitectura. Puentes, ríos,
mas puentes, mas gente. Autos, bicicletas y AVENTURA.


Ya el primer día fue extraño. No solo porque pase toda la tarde con mi mamá en París, si no porque desde que me baje del tren hasta que llegue al departamento, pasaron 3 horas, y no porque paré a almorzar.
En París tiene Bici Sendas de una sola mano. Por ende, sin GPS y con un mapa que tenia la mitad de las calles, fue imposible. Las avenidas se terminan en otras avenidas. Calles que se bifurcan, curvas, diagonales, plazas que cambian de nombre, calles que cambian de mano. El primer día la frustración por no poder llegar a un destino, y que nadie ni siquiera conozca la calle, fue un poco mas leve por la excitación de la llegada.


Extraño almorzar con tu mama cuando ella esta de viaje y cuando vos estas de viaje, pero bueno, si quería un día bizarro, acá estaba... Almorzando atrás de Notre Dame, ella con su sándwich preparado por monjas, yo con mi plato de fideos preparados por turcos. Yo con mi coca light, ella con su botellita de agua de la canilla. No solo eso, empezamos a caminar y no quería ni tomar un café, tenia en su termo todo el café que necesitaba. Con razón le sale tan barato el viaje. No gasta ni un centavo de mas.


Mamá siempre camino muy rápido y hoy no fue la excepción. Nos ubicó en el mapa, nos llevo de un lado a otro, nos contó historias y nos dio dio explicaciones. Cruzamos 8 puentes, entramos a 4 iglesias, cada una con un estilo diferente, y de alguna forma u otra, ahí estaba ella, como perro con dos colas pelliscandoce para controlar que no sea un sueño.


Una iglesia con un rito un tanto extraño, una mezcla de religiones. Interesante. Intenso.
Un cafecito, monumentos, plazas, arcos, caminatas, bicicletas, concejos, ansiedad y sobre todo olor a París.
La vuelta al departamento (ya agotado, con todo el peso del día arriba, con los km recorridos a pie cargando la cámara, la mochila y el mate) es imposible. Esta vez ya no es gracioso. Un viaje equivalente seria ir desde Vicente Lopez a Martinez, lo que te llevaría como muchísimo, si vas fumando en la bici, unos 40 minutos. Bueno, ya habían pasado 3 horas, y seguíamos sin encontrar la maldita Rue Charlot. Desesperante, estar taaaaaan cansado y a tan solo dos cuadras de tu casa y no poder llegar, porque sabia que estaba a dos cuadras, pero todas las diagonales o las curvas me llevaban a otro lado.
Dejemoslo ahi.

El pan en Francia es distinto. Es mas crocante por no decir duro. Cuando ya te comiste una baguette entera, te empieza a doler la mandibula. Unos desayunos un poco tardios, almuerzos en lugares extraños.
Sol, museos, bicicleta. Trafico, otra vez perdido. Puchito cada 3 cuadras, cafe cada 8.

Música en vivo, no lo que buscaba pero musica en sí. Un desencuentro y un par de noches de salir solamente a tomar vino o cerveza. Para ahorrar, se cocina en el depto.
Hace 16 dias que tomo algo de alcohol todas las noches. Cuando hace calor un poco de cerveza, cuando refrezca un poco, un poco de vino.

París tiene eso que no se que es, que también tiene NY que no se que es, que me invitan a vestirme bien.
Si bien la gente no te mira, toda la gente esta de alguna forma producida. Mucho color para el final del verano. Mucho pañuelo, mucho sombrero. Y lamentablemente mucha casa de ropa. Una tarde me la pase mirando libros, tomando mate y comprando ropa.




La torre es imponente. Esta vez lo hago con mas tiempo. Un consejo de París? Viajen en Agosto.
Lugares que me acuerdo vacíos, hoy están que explotan, de turistas o vendedores. La Torre Eiffel es un gigante de hierro que corta el cielo. Están restaurando los dos primeros pisos, así que no creo tener una foto limpia. A pesar de toda la gente, creo que es preferible subir mas tarde, así que otro pic-nic en el parque (dejavú) aunque sin guitarra. Buscando ángulos para mis fotos. Una fuente, un bosque. Mate, fotos y caminatas.
La subida es como la recuerdo, aunque esta vez, los dos primeros pisos, por la escalera. No me arrepiento, pero necesite unos cuantos minutos para volver a la vida.
La vista, es lo que me acuerdo... París con solo el sonido del viento y algunos turistas pesados que te empujan para pasar. El ultimo piso es un poco angosto. Un cafe en el 2º piso, un par de fotos mas y cuando se pone el sol... otra vez a buscar ángulos.

Mucha gente esperando, mucha gente fumando e infinidad de personas con una cerveza en la mano. Claramente no me quedo atrás, y ahí estaba...con mi trípode, mi cerveza y mi pucho, viendo el show de luces de la torre claramente con mi bebé.


Esta vez París es distinto. No se si es por la gente, no se si es por mi...
Después de unos días de sol, un par de gotas que saludan.
Callecitas y adoquines. La noche es mas tranquila.

Otro encuentro con Blanche, un par de fotos y con mímicas y regalos nos fuimos en el auto para Versalles.


No hay mucho que decir de Versalles. Es raro, es contradictorio y es una mezcla rara de sensaciones que también me atacaron en París.
Lo monumental de la ciudad y del palacio. Creo que no hay necesidad de demostrar tanto poder. Como pudieron en su momento construir algo así, solo por calmar un poco su ego. Todo tan lujoso que empalaga, todo tan grande que asusta...
Un juego de imaginación. Duques, condesas corriendo por laberintos, fuentes, un cafe, un poco de sol, un poco de fotos.


No voy a pagar para entrar porque ya me alcanza con mirar por las ventanas o la inmensidad de los jardines.
Juegos, pies que laten.

Creo que estoy unos kilitos por encima de mi peso... lo veo en mi papada. Veremos cuando vuelva que se hace con todo esto...por ahora, seguir disfrutando.





1 comentario:

  1. Gracias hermanito queridooooooooooooo Alucinante!!! Los quiero!!! Keep enjoying!!!!! (pero ojo con las faltas de ortografía jajajajjajjaa son un desastre)
    Ahora si firmo, Cande.

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Solo y de noche.

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