1 de octubre de 2012

Una noche de Norah...


La salida de París se hizo esperar.  La idea era salir temprano porque eran varios kilómetros para llegar a Estrasburgo, y era esta la única ciudad a la cual tenia que llegar a un horario especial.
Dos horas tarde, con previo lavado de ropa, que ya se estaba acumulando, partimos a 130 km/h, velocidad máxima en autopista.


Como en Buenos Aires tenemos un poco de Francia, puedo comprobar que no es solo en algunas zonas la arquitectura. Manejan muy parecido y considero que los franceses son los mas flexibles de toda Europa en este sentido (veremos que me dice Italia al respecto). Varios semáforos en rojo, muchos que pasan la velocidad limite, y unas cuantas personas que no respetan las normas como uno habría de esperar de un país del primer mundo.


Sin sobresaltos en cuanto al paisaje, sin que algo me llame la atención especialmente...salvo la cantidad de peajes que hay en este tramo, paramos a almorzar en Reims. Era un jueves al mediodía  y la ciudad parecía medio apagada, quizá porque la gente trabaja, o quizá es así siempre. Un restaurante ochentoso, mucha madera, mozos que no hablan ni español ni ingles, a diferencia de los parisinos. Bife magro y ensalada un tanto extraña.

Mate, música y autopista. Se hacia un poco tarde teniendo en cuenta las dos horas de atraso que teníamos encima.
Norah Jones, era la excusa para llegar antes de las 19.00 a Estrasburgo.
Ciudad recomendada por una persona que viajo mucho, titulada "Una de las ciudades mas lindas de toda Europa". Si no es la mas linda, le pega en el palo; y mi decisión de pasar por ahí la tome apenas vi que para esta fecha, Norah Jones, daba un recital del ultimo disco.



Con las entradas en la mano y el reloj un poco adelantado para no atrasarme mas... llegue al Hotel ya reservado. Mercure, un tanto caro para lo que estaba acostumbrado, pero valía la pena.
El sol se puso mientras me bañaba para llegar limpio al recital y con mi energía puesta en Norah no pude ver de que se trataba  la ciudad hasta el día siguiente.


Norah Jones, que puedo decir? Hasta le propuse casamiento enfrente de todo el mundo, aunque solo me sonrió y me levanto el pulgar, valió la pena.
Fue mas de lo que esperaba. Valió la pena una y mil veces mas. Buena ubicación  buen sonido, buen lugar..y, sobre todo... increíble música.
Por primera vez en casi 8 años, la pude ver en vivo y si tengo un poco de suerte, lo vuelvo a hacer en unos meses.


Si bien Europa esta muy bien preparada para el turismo, hay algunas cuestiones que no se aplican a los sudamericanos, o quizá a los argentinos. Por estas ciudades, tenés que correr para cenar, o para que te cocinen después de las 10 de la noche. La gente esta acostumbrada a comer entre las 7 y las 9.30. Así que después del show, y de unas idas y vueltas, ahí estábamos  sentados... Un restaurante con especialidad en pescado...aunque ....pedimos carne. Lo que seria un plato igual al del mediodía  resulto ser un poco de carne picada cruda con huevo y ciboullette. Que? Claro, carne picada cruda, que llego a mi mesa completamente rosa y babosa. Yo soy bastante arriesgado y no tengo mucho drama en probar cosas nuevas, pero esto era un poco demasiado por varias cuestiones, 1- La carne cruda tiene muchas bacterias y no tengo muchas ganas de atacar a mi hígado en un viaje. 2- estaba esperando un buen pedazo de carne cocido y jugoso. Obviamente, no probé bocado hasta que logre hacerme entender que quería exactamente lo mismo pero cocido.

En esta ciudad, que es justo el limite entre Francia y Alemania, solo se habla los idiomas respectivos de cada uno de estos países, una cosa un poco extraña una mezcla de los dos...

Por la mañana tuve la oportunidad de caminar por el río  y dar la vuelta al casco histórico  o zona turística de la ciudad. Es extraño, parece de mentira. Es una mezcla de Alemania y Francia, creo que con lo mejor de cada uno. Ordenado, prolijo, PERFECTO. Es una ciudad de cuentos, inspiradora para películas de drama, comedia, románticas o de fantasía  todo es aplicable a Estrasburgo. Puentes, flores, un río  un barco. Verde y colores, el otoño empieza a bostezar para hacerse notar. La temperatura a fines del verano es lo que seria ideal para el resto del año. Las calles, los negocios, los cafés .. la plaza, la iglesia (como es de esperar) , mucho Pami y mucha bicicleta.




Estrasburgo parece de mentira, con cualquier descripción me voy a quedar corto, con las fotos también y sobre todo estando una sola mañana.


 
Un almuerzo sincronizado y el auto que arranca mas tranquilo. Ya no hay horarios y el destino es un tanto incierto.

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Solo y de noche.

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