3 de septiembre de 2012

Ataque a los sentidos

Para arrancar rápido y no aburrir a nadie, voy a contar un poco como me voy...

Semanas de mucho laburo, de mucho cansancio, de poco tiempo.
Pasan muy muy lento y sin embargo no me alcanzan las horas para dejar listas las cosas que requieren de algún modo mi atención.

Me voy corriendo, con noticias poco agradables. Mi país es lamentable y las cosas que vienen pasando son cada vez peores, cada mas limitantes. Por lo menos para mi y para los que conozco. Si bien estamos acostumbrados a las crisis, esta es distinta. Por lo menos yo soy distinto.

Una hora de sueño ansioso y un taxi para aeroparque.
Primer viaje con bebé nuevo, esperemos responda como se espera. En esta oportunidad voy con mi 7D.
(Aclaro para quienes no lo entienda, mi Bebé es mi cámara)

Escala en Santiago de un par de horas. Ganas de llegar a un destino prometedor pero incierto.
Ya con el primer vuelo, la excitación va disminuyendo.
El segundo vuelo se hace eterno. Oídos comprometidos, sueño imposible incluso con ayuda de una pastillita de la felicidad. Un vinito que se acaba rápido y mucha música para quemar las horas que dura el cruce del Atlántico.

Madrid, o por lo menos su aeropuerto, me agarra desprevenido. No es como me lo acordaba.
Entre amarillos y maderas, resalta un estilo moderno que aprovecha la luz natural.
Unas vueltas, un par de aclaraciones y algunas diferencias con el alquiler del auto no hacen mas que acelerarme para escaparme del aeropuerto. No sin antes un café y un par de ratos charlando.
Una bienvenida y una despedida cortita, pero ya volveremos a Madrid, a congelar un par de lugares y un par de personas.

GPS. Todo un tema. Ya me toca pagar de mas hasta para salir del aeropuerto. Será un detalle, pero espero no me cobren por respirar.

 400 km. Paisajes y autopistas que nada tienen que ver con lo familiar. Oídos que siguen jodiendo. El sueño genera un Mix de sensaciones que no son buenas para nadie.
No entiendo bien que le pasa a estas personas, pero se parecen a los argentinos. Tienen peajes a cada rato, y si la cosa sigue asi, me va a salir un poco caro.

San Sebastian aparece entre puentes, montañas y túneles eternos. Ya con el pelo engrasado y con la piel mas gruesa por la mugre del viaje. Llego a un colegio. Si, era la opción mas barata y tiene hospedaje, una residencia que se adapta  a las pocas necesidades que podemos tener los que acabamos de llegar.

Un baño y a la playa.
San Sebastian, tiene una playa grande adentro de una bahía enorme. Una isla en el frente y muchas casas y calles todas en perfecto orden y armonía. Se parece y no se parece a lugares que conozco. Tiene algo original y algo de lo mismo. Lo que pueden llamarse dos Morros en los extremos, uno con casas encimadas, otro con un poco de historia.



Acento español por todos lados, topless y color. Resaltamos por lo verde invernales que estamos. Da un poco de impresión y tengo color y cara de turista. Una ensalada en la playa, un poco de sol y un primer relax. No se cuanto caminamos, pero entre la cámara, el morro y las horas que no terminan de pasar, recorrimos casi todo SS. Insisto con el cambio de horario, el sueño se da vuelta.
Cansancio de tanto caminar, un poco de frío y una necesidad extrema de estar en posición HORIZONTAL, me tira en la cama con el despertador.

Una hora era la idea, una hora que pasaron a ser dos. Claramente no estamos en BSAS, y la cocina de cada restoran, cierra a las 11 como muy tarde. Lamentablemente, una de las problemáticas de BSAS es también de varios lugares. QUE HAGO CON EL AUTO???????? Imposible estacionar, ni siquiera pagando!


Todo el mundo esta de Pinchos, de bar en bar picando lo que se ofrece. A mi me recomendaron el pescado pero solo compro una desilusión. un bacalao chicloso que no se recomienda! Quizá solo tuvimos poca suerte.

Basura en las calles, gritos en Vasco y un idioma que se entiende menos que el alemán.

Hoy me absorbe la cama, casi sin respirar, los pies laten como pidiendo atención.

Mas playa, mas color, (se empieza a oscurecer el verde) y arriba del auto otra vez. Trípode, subidas, bajadas. Casas escondidas en medio de las cierras. Fotos, varias, "back in the game", por asi decirlo.
No es verdad que un Ipod le va a ser competencia a mi bebé, pero si es verdad que la rapidez y la sencillez le juegan a favor.
















Todo empieza a ser un ataque a los sentidos, no un ataque desagradable (aunque algunos olores son mejor evitarlos). Los pies se hacen notar, la piel reacciona, sonidos nuevos y los ojos están inquietos día y noche. Juego de luces, ansiedad y ganas de que no se acabe.



Recién empieza y esperemos que no pase rápido.

3 comentarios:

  1. que bieeeeeeeeeeeeeeeeeeennn!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Que lindo poder, por lo menos, escaparse de argentina por unas semanas ("escaparse"... cada vez tiene más sentido esa palabra con nuestra realidad). Pásenlo genial!!!

    ResponderEliminar
  3. muy buenoooo!! enjoy and relax. love u both!!

    ResponderEliminar

Solo y de noche.

Etiquetas