19 de octubre de 2010

El vuelo- La aventura- La llegada

Si tuviera que elegir un momento del día para sacar fotos, yo me quedo con el atardecer, por mas que la luz cambie mucho y muy rápido, hay que adaptarse.... y ahí estamos mi bebe yo, lejos del piso, arriba de las nubes viendo como volamos para que no nos alcance la noche. El contraste es muy fuerte en el cielo a esa altura, atrás es realmente de noche, el sol no alcanza. Adelante todavía hay una melena muy naranja.

A contar las horas... a esperar... a crear tiempo. Me quede sorprendido por la tecnología del Airbus 340, que me ofrecía una tele solo para mi, con música, dvd, series, juegos, información del vuelo y varias cosas mas.
Mientras voy  volando voy cayendo que el tiempo pasa volando y no termino a ver una película del oriente media extraña, me apagan la tele y mientras de duelen los oídos nos avisan que empezamos a descender. (Creo que mis oídos no están hechos para el aterrizaje)
Para pensar en otra cosa me pego a la ventana para encontrar a la tierra en la noche que intenta en vano iluminar caminos y pueblos...bueno ya en Santiago se ve la diferencia...una ciudad.

Al pedo nos revisan las mochilas, al pedo nos pasan por el scanner, al pedo nos controlan tanto... no vamos a salir del aeropuerto de Santiago porque hasta USA no paro. Y digo al pedo porque nos hacen esperar aislados, en el único lugar donde hay que pagar para poder fumar, y al pedo porque 5 minutos después nos volvieron a controlar. Mi punto: me bajo de un avión para subirme a otro, no tengo ni tiempo de ir al baño, creen que puedo tener algo que antes no tenia?

Bien, como les dije, mis oídos sensibles no aguantan el aterrizaje, pero despegar es partir, es arrancar, es empezar (por lo menos por ahora). Y así arranca otro vuelo de varias horas, ansioso porque ya no hay mas paradas ni demoras. Y aparte tienen un servicio gourmet que me atrae bastante.
Comemos todos mis amigos pasajeros y para que vean lo chico que es el mundo, tengo al lado una señora a quien le administramos la casa en la empresa familiar... que by the way, es una pesada, no para de hablar.

De a poco todos se van acomodando y van cayendo uno a uno en el infinito de posibilidades. En cambio yo, arranco con Norah Jones, mi compañera de siempre, y tratamos de a dos, de ordenar todas esas cosas que no quiero bajar del avión.




Después de varias horas logro descansar un poco, muy poco, pero por el momento no me importa. Medio despierto medio dormido me acerco a la ventana y espero un rato hasta que las pupilas se acomoden y busquen en el este, ese león que arranca a subir, despacio pero seguro.
Siempre con mi bebe en la mano, al ataque, vamos a disparar hasta encontrar algo que se le parezca a lo que tengo en la cabeza.




Un desayuno Gourmet, bastante potable y ya cuando el sol sube un poco mas, se distinguen las nubes. Pero abajo... todo es agua. Estamos a la altura de Miami y todavía nos quedan un par de horas mas. Con cara de dormidos y con mucho sueño.


Y arrancan las cuentas regresivas de todos, la mía en especial, y de la plomaso de la señora que me habla cada dos minutos para comentarme que no es normal que el avión se mueva tanto. La pobre no tolera la adrenalina.

Desesperado por mi primer pucho en tierras americanas mis oídos me informan antes que el capitán que ya estamos descendiendo. Y como ya no me quedan uñas trato de mover las manos y los pies para que no me duelan tanto de lo hinchados que están.
No se si es psicológico o realmente ya desde el avión se ve todo ordenado. Las casas, las manzanas, las rutas, que cada uno piense lo que quiera... para mi todo es ordenado.

Con dolor de oídos arrancamos para la cola de migraciones que parecía poca pero no se acababa mas, y atrás mio venia gente medio a las corridas para no tener que esperar tanto, así que me apure. (con el nuestro habían llegado 5 aviones mas. el JFK es GIGANTE) Después de fumarme 300 televisiones con el mismo video de todo tipo de gente y color diciendo "WELCOME" me toco a mi. Con un gramo de cagaso me toca pasar para que me atienda un chino policía con cara de orto y de mal humor. Me imagino que a no muchos les gusta laburar de eso, pero bue man, "de que comes? ponele un poco de onda". En fin, sellado mi pasaporte lo ultimo que me queda es encontrar mi maleta, equipaje, valija, como le querían decir.
A pesar de todos los tramites y el control, fue rápido y en menos de una hora ya estaba fumando mi primer marlboro en estados unidos.
Me esperaba un poco mas de frío pero al sol se podía estar bastante bien. No se si a alguien le paso, pero es tremendo el viento de ese lugar.

Después de 2 puchos al hilo, arranca la aventura... Como llego a Annapolis? ¿quieren una respuesta? Esto es todo lo que obtuve: "AnnaWhat?"
En fin, no hay nada directo, ni a Annapolis ni a Washintong ni a cualquier lugar que no sea Manhattan. Y ahí fuimos  a parar mi bebe y yo. De ese viaje hay poco para contar, con el sueño y el viaje encima es difícil agarrar mucho información de colores formas y sensaciones, así que me deje llevar como si  ya conociese todo, como si fuera volver a casa desde el laburo.
Baje, pregunte y volví a preguntar. No por discriminar, pero vi a solo 2 personas que no eran de color. Quizá es que los ojos argentinos no están acostumbrados o es que realmente hoy me llaman mucho la atención.

Para contarles que en este viaje no soy exigente ni con lo horarios ni con nada, sino que estoy acá para ver que es lo que tiene este país para ofrecerme, el bondy que esperaba para que me lleve a Annapolis desde el Port Autorithy, estaba retrasado, así que espere como 30 minutos... obviamente saque el mate y a pesar de varios ojos que miraban medio espantados me sebé el primer mate en NY.


El viaje en bondy ya había empezado con demoras, así que no me extraña que haya continuado con demoras. Paró 5 veces antes de llegar a Baltimore, y no paraba 2 minutos, media hora. Todas las autopistas están en construccion, para mi gusto se complican un poco la vida, pero cada 1 km una autopista te cruza por encima o vos tenes una abajo. Días después me entere que todo mi viaje lo hice con la "Americana", después les explico el termino. Otra vez, todos de color y en cada parada no tenia otra sensacion que suciedad y clase baja, quizá porque yo estaba sucio del viaje y no podía pensar en otra cosa, pero realmente eran terminales sucias con gente sucia. No me esperaba otra cosa, demorado en Baltimore una hora mas. Almorcé en una estación de servicio, por 3 dolares, comí un mega sandwich y 3 vasos grandes de coca light, y también me compre unos chicles que de pinta eran buenisimos y en lo boca todavía mejor.




Pasada la hora, arriba estoy otra vez, pero eso si, ahora con mucha mas gente, casi lleno. Nadie sabe decirme donde bajar, todos van a washinton.
Media hora después hace la primer parada y por suerte bajo y pregunto a la gente de ahí si eso es Annapolis, Finalmente llegue, pero no había ni una terminal ni taxis, ni gente en la calle, así que cargado con todo empecé a caminar.

Tenia una dirección que nadie conocía, y termine en un local de comidas rápidas que nadie conoce con una morocha muy copada que me googleo todo, hasta como llegar. 2 horas caminando o 20 minutos en taxi. Me invitaron una cerveza y me llamaron al taxi.

Después de 7 horas de viaje (que tendrían que haber sido 4) llegue al motel. Todo de película, hotel de ruta que todavía no desifro si es un garchodromo o si realmente la gente viene a dormir.
Me arrepentí de pedir una habitación de fumadores porque esto es insano, Olor a cigarrillo con mezcla de prostituta, encierro y humedad. El baño no estaba tan limpio pero mejor que nada era, y por suerte la cama y las sabanas estaban en perfectas condiciones.

Después de un buen baño, otro taxi al Down Town de Annapolis. Para que se den una idea, es un pueblo o ciudad de Marines, muy parecido a los militares pero con inclinación al mar. Como se ven en la películas las casas donde viven las familias, casi de madera pintada, con una bandera en el frente. Pero ahora si, todo impecable, ni un papel en piso y muy extraño casi ni una persona de color.



Me senté en el Federal Market, a tomar un vino californiano y a comer un atún cocido a la mitad con semillas de sésamo, arroz y espinaca, con algo parecido a la salsa de soja. Fue ALUCINANTE, de las cosas mas ricas que probé en mi vida. Recomendable al 100%.
Y así termino el primer día y la primer noche. Con la panza llena, con un buen comienzo, con todas las pilas.

Volviendo en taxi, ahora si me doy el lujo de observar todo con mucho detalle, los puentes, las autopistas, las casas, el mar, las luces y todo lo que se aparece desde la oscuridad.

2 comentarios:

  1. increible todo,que buenas fotos y que bien escribis, posta, parece como si yo estuviera ahi con vos!!!!
    abrazo grande

    ResponderEliminar
  2. Desifrar es con c.. :D
    No sé qué otra cosa comentar, estoy feliz por ti querido Jok... vivo tu viaje por entre tus líneas y tus fotografías.

    Un abrazo, y cuida a tu bebé, que quiero ver muchas cosas más.

    Jairo.

    ResponderEliminar

Solo y de noche.

Etiquetas